Hacia la neutralidad climática de las Naciones Unidas
El objetivo central del Acuerdo de París sobre el cambio climático de 2015 es limitar el calentamiento mundial. Para alcanzar este objetivo de temperatura a largo plazo, los países se proponen alcanzar el máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible para lograr un planeta con clima neutro para mediados de siglo. La neutralidad climática significa vivir de una manera que no produzca emisiones netas de gases de efecto invernadero.
En 2007, el sistema de las Naciones Unidas comenzó a trabajar para lograr la neutralidad climática. En ese mismo año, bajo la dirección del entonces Secretario General Ban Ki-moon, en una reunión de la Junta de los jefes ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas para la coordinación, los jefes ejecutivos de los organismos, fondos y programas de las Naciones Unidas se acordó el compromiso de abordar la neutralidad del clima en sus respectivos organismos, para lo cual desarrollaron la Estrategia para la neutralidad climática de las Naciones Unidas.
Los objetivos específicos a los que se comprometieron fueron:
- Hacer una valoración de las emisiones de gases de efecto invernadero de los organismos del sistema de las Naciones Unidas de acuerdo a parámetros aceptados a nivel internacional;
- Esforzarse en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero;
- Analizar las implicaciones en cuanto a costos y explorar las modalidades presupuestarias para la adquisición de contrapartidas de las emisiones de carbono con vistas a alcanzar la deseada neutralidad climática.
Desde esa reunión de 2007, el Sistema de las Naciones Unidas ha tenido en cuenta la sostenibilidad ambiental en el funcionamiento de sus instalaciones. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ahora recopila y analiza anualmente la información proporcionada por las entidades del sistema de la ONU sobre sus impactos ambientales y publica estos datos en el informe "Greening the Blue". El Informe Hacia la neutralidad climática de las Naciones Unidas 2020 (Greening the Blue 2020) cubre las emisiones de 2019; por lo tanto, los efectos de la pandemia de COVID-19 en los viajes y las emisiones de las instalaciones aún no son visibles en los datos reportados y no lo serán hasta 2021.
El Informe 2020 Muestra que en 2019 el sistema de la ONU emitió alrededor de 2 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2eq) o 6,5 tCO2eq per cápita. Esto representa una disminución respecto a los valores de 2010, cuando las emisiones per cápita del personal de la ONU fueron de 8,3 tCO2eq. Según el informe, en 2019, 43% de los gases de efecto invernadero provinieron de las instalaciones (oficinas centrales, oficinas de campo, almacenes, etc.), 45% de los viajes aéreos y 12% de otros modos de viaje.
El informe también indicó que en 2019, el sistema de la ONU continuó su tendencia a la baja en la generación de emisiones. El informe también muestra que 97% de las emisiones de gases de efecto invernadero reportadas fueron compensadas mediante la compra de créditos de carbono del Mecanismo de Desarrollo Limpio. El Sistema de las Naciones Unidas está bien encaminado para lograr su objetivo del 100% de neutralidad climática de su huella de 2020. La gobernanza ambiental también ha progresado con cinco entidades adicionales de la ONU que avanzan en la implementación de sistemas de gestión ambiental.
En 2019, bajo el liderazgo del Secretario General António Guterres, la Junta de los jefes ejecutivos para la coordinación de la ONU aprobó la primera Estrategia para la Gestión de la Sostenibilidad en el sistema de la ONU, que cubre los años 2020-2030. En el Informe Greening the Blue de 2020, el Secretario General declaró que:
La aparición de la COVID-19 es un claro recordatorio de cómo todos somos parte de la naturaleza y el medio ambiente. Así como la humanidad no existe de forma aislada, tampoco el sistema de las Naciones Unidas. Todos somos parte de la crisis climática global, y, para enfrentarla, nuestros esfuerzos por lograr la sostenibilidad ambiental también son esenciales. Todos debemos trabajar más y más rápido para que nuestro legado a las generaciones actuales y venideras sea un planeta habitable.